
El mejor de ellos es pasarse un cubito de hielo por la cara hasta que se derrita. Eso mantendrá a raya el exceso de grasa y al acné y previene las arrugas.
Otro es no beber agua antes de meternos en la cama. Llevarse un vasito de agua a la mesita es algo que está totalmente prohibido. Beber y tumbarse durante 7 horas no es buena idea, el líquido puede convertirse en bolsas en los ojos y ojeras a la mañana siguiente.
Tras prescindir del agua, hay que utilizar un contorno de ojos con cafeína justo antes de disponernos a dormir hará que las probabilidades de levantarte con los ojos hinchados y ojeras se reduzcan considerablemente. ¡Ah!, y no olvidemos cubrirlos con un 'bonito' antifaz nocturno, eso duplica su acción benefactora.

Si tu problema está en el tono de la piel, con una crema hidratante que lo suavice y unifique, daremos con la solución final.
Tras esto, y perder una hora antes de dormirte y otra al levantarte, procedemos a pintarnos como una puerta, y ya estamos preparadas para salir a comernos el mundo con nuestra cara más radiante. O no...

Por supuesto me pinto pero no como una puerta; nunca lo he hecho y, además a partir de cierta edad, lo de darle con exceso a la brocha envejece y sobre todo 'enlorece' (por lo de loro).
Ya se sabe, el dar consejos es fácil; aplicarlos es otra cosa bien distinta.
Rotundamente, ¡¡SI!!
ResponderEliminarSi yo tengo que hacer todo eso antes de acostarme, me toca casi la hora de levantarme.
ResponderEliminarLo de las grandes gafas es una solución de lo más socorrida, sobre todo a primera hora de la mañana, cuando el sol está en lontananza, entonces quedan muy apropiadas. Je,je.
Lo mismo digo. Cara lavada, crema de noche (si me acuerdo) y al día siguiente dos gotas de serum, polvos mágicos y ¡a zumbar!
ResponderEliminarSi tengo alguna visita importante, comida o cena, me arreglo más.