Lo mío no tiene solución y está claro que mis gustos alimenticios están reñidos con los beneficios que nos aporta la naturaleza.
Leo -apesadumbrada- que el dermatólogo Joshua Zeichner, director de Cosmética e Investigación Clínica del centro médico Mount Sinai de Nueva York nos aconseja, si queremos tener la piel como el culito de un bebé, comer los siguientes alimentos:
En primer lugar debemos comer pimientos, ricos en carotenoides y que poseen una buena dosis de vitamina C, lo que ayuda a la producción de colágeno que minimiza y frena la aparición de líneas de expresión y arrugas.
Tras esa buena dosis de pimientos, debemos ingerir repollo para evitar el acné; espinacas que son ricas en antioxidantes y pueden ayudar a evitar las manchas en la piel; para tener luminosidad en el rostro lo que debemos comer son muchas zanahorias y para prevenir el envejecimiento, lo mejor de todo es la remolacha, que contiene antiocianina -uno de los más poderosos antioxidantes- y la convierte en un agente anticáncer y anti-edad.
Visto el "menú", está claro que lo mío no tiene solución. Me gustan los pimientos pero me producen ardor de estómago. Odio el repollo, las zanahorias para los conejos y la remolacha me produce náuseas.
Eso sí, la recomendación sobre los champiñones, que poseen un alto contenido en selenio y puede ayudar a evitar los radicales libres que causan los rayos UVA y UVB, esa me va perfecta ya que me encantan los champiñones; el único problema es que ya no soporto el sol, por lo tanto... ¿Lo mío es o no de juzgado de guardia?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario