Roberto Cavalli es un diseñador descarado, provocador, en alguna ocasión roza hasta la agresividad. Sus diseños son seductores hasta el exceso y a veces, incluso, demasiado sensuales; y en sus propuestas para la próxima primavera es todo esto y, por si faltaba algo, además sus modelos son terriblemente atractivos.
A pesar de la actualidad, la modernidad y el descaro que reinan en toda la colección, se percibe cierto aire clásico, o digamos vintage, lo que añade a todo lo anterior un punto de elegante sofisticación.
Ese aroma o aire vintage reside en el colorido, también en las formas y dibujos, de accesorios y estampados y nace de la misma inspiración que sus diseños y que es, sin duda, cuando menos curiosa para una colección de moda: la historia de la porcelana.
Sus estampados están llenos de espirales y prints de pequeñas flores que recuerdan la clásica porcelana inglesa y los florales de mayor tamaño y colores profundos y brillantes -rojo, azul, verde, amarillo y dorado- que se inspiran en el clásico diseño kakiemon de la porcelana japonesa que llegaba, hace ya muchos años, a Europa a través de la compañía de las Indias Orientales.
Sus estampados están llenos de espirales y prints de pequeñas flores que recuerdan la clásica porcelana inglesa y los florales de mayor tamaño y colores profundos y brillantes -rojo, azul, verde, amarillo y dorado- que se inspiran en el clásico diseño kakiemon de la porcelana japonesa que llegaba, hace ya muchos años, a Europa a través de la compañía de las Indias Orientales.
Pero aun partiendo de una inspiración tan clásica y esencialmente elegante, Cavalli se desenvuelve con su descaro habitual: escotes de vértigo, tacones altos, chaquetas sastre y pantalones de vestir en estampados únicos, voluptuosidad y rupturas en las faldas largas, nada que añadir a las cortas y el ineludible print de leopardo en casi cualquier colección de firma Cavalli.
Sofisticación, descaro y elegancia… es, sin duda, una colección como para atreverse a vestirla y, aunque me gusta, yo ya no me atrevo: la madurez y obligada seriedad hacen mella, pero... años atrás... ¡seguro que me los pongo todos!
¡Si, en un juventud llegué a ir por Barcelona con unos horrorosos pantalones campana con la bandera americana, y mi amiga Cris con otros igual pero con la bandera inglesa!...
¡Si, en un juventud llegué a ir por Barcelona con unos horrorosos pantalones campana con la bandera americana, y mi amiga Cris con otros igual pero con la bandera inglesa!...
1 comentario:
Me encantan los pantalones anchos con pinzas, para el verano son perfectos. A ver si los sacan las marcas low-cost, esos no me los puedo permitir. ¡Grrruuuuuu, que rabia!
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