El diseñador neoyorkino Zac Posen, al que desconocía hasta hoy, dicen que se lleva ovaciones monumentales y aplausos infinitos en cada una de sus colecciones.
Zac Posen se inspira y recrea en el glamour de las noches neoyorquinas y de Hollywood con sus delirantes alfombras rojas para dar forma a esculturales vestidos de gala, diseñados para elevar al Olimpo terrenal el cuerpo femenino.
El diseñador se atreve, haciendo honor a su merecida reputación, con caídas de infarto, volúmenes rematadamente bien trabajados y tejidos soberbios, elegidos a conciencia para ensalzar maxi vuelos de locura y unos pliegues de gran maestro. Los cortes sirena se combinan con pronunciados escotes palabra de honor y las espaldas descubiertas juegan con bordados delicados y colas de faraona, acentuando las formas de la mujer en un desfile de belleza propio de las divas de los años 40 y 50.
Zac Posen sigue fiel a su estilo elegante y sinuoso, ese que lo convirtió en un referente dentro del panorama internacional de la moda con tan solo veinte años de existencia Una proeza que permitió a Nueva York recuperar aquel "glamour hollywoodiense" que hace de la ciudad de los rascacielos sinónimo de elegantes y largas noches con fiestas que duran hasta el amanecer o más allá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario