-CARÁTULA DEDICADA A LA MUJER AFRICANA. UNA DE LAS MUJERES MÁS OPRIMIDAS, MÁS MALTRATADAS, VEJADAS Y MENOS RESPETADAS Y VALORADAS POR SU SOCIEDAD; PERO, POR DESGRACIA Y VERGÜENZA, HAY MUCHÍSIMAS MAS-

jueves, 6 de febrero de 2014

CONTRA LA ABLACION

Según la OMS, entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres han sido sometidas a la ablación del clítoris. Un ritual que suele realizarse entre los cuatro y los 14 años, aunque en algunos países se ha detectado casos de niñas menores de un año que han sido mutiladas. De hecho, como explica Agnes Pareyio a EL MUNDO, "entre los masais el rito se hace en la adolescencia, pero muchas familias, conscientes de que cada vez hay más esfuerzos por erradicar esta práctica, están adelantando la edad a la que mutilan a sus hijas. A los siete u ocho años ya se las circuncida".

El rito de la ablación del clítoris es el que marca la entrada de las niñas en la edad adulta y las convierte en mujeres casaderas. También se hace porque disminuye el deseo sexual y así es más fácil mantener la virginidad antes del matrimonio. E incluso en algunas sociedades se practica por higiene, al considerar que los genitales externos de la mujer son poco limpios.

Agnes Pareyio lucha por "erradicar completamente esta práctica y proporcionar a las niñas educación para que puedan tomar sus propias decisiones". Ha establecido un centro de rescate -una casa a la que acuden las menores que saben que van a ser mutiladas y no quieren- y, con la ayuda de la ONG española "Mundo Cooperante", también ha creado una escuela primaria.

La ONG Mundo Cooperante colabora con esta causa con la iniciativa "Pulseras Masai contra la Mutilación Genital Femenina", que están hechas a mano de forma artesanal por mujeres masai en situación de vulnerabilidad social en Kenia y Tanzania. "Aunque cada pulsera es diferente y única, todas incluyen un símbolo que representa la lucha contra la Mutilación Genital Femenina. Es una X que simboliza a la mujer, encerrada en un rombo, ya que no es libre, sino que ve como sus derechos están amenazados por la cuchilla de la mutilación", explican.

Muchas de las mujeres que hacen las pulseras han practicado la ablación del clítoris como modo de vida y quieren abandonarlo definitivamente.

Las pulseras cuestan cinco euros y el objetivo que se pretende con ellas es triple, según cuentan desde Mundo Cooperante. "Primero, generar una alternativa real de ingresos para estas mujeres y jóvenes masai con la que pueden salir de la pobreza y adquirir independencia económica. Segundo, reinventir los recursos que genera la campaña a través de la comercialización en otros proyectos para la erradicación de la mutilación en Kenia y Tanzania y, por último, convertir esta pulsera en un símbolo de la lucha contra la mutilación genital femenina en España y otros países de nuestro entorno".

No hay comentarios: