En cocinas, como en todo, hay muy distintas y variadas preferencias. Al igual que yo optaría a la gran cocina moderna abierta que se integrase, con disimulo, en el salón; otras u otros prefieren la cocina de la casita de muñecas, ya que eso es lo que me recuerdan... Aquella cocinita de madera y color azul cielo, con cacerolas en miniatura, donde yo pasaba largas horas jugando a imitar a mi madre. Bueno, según ella tampoco tanto, ya que prefería trastear con los juguetes de mi hermano o marearla directamente a ella; como asegura era su sombra y siempre andaba agarrada a sus faldas... ¡Jo, si es cierto, que cacho pelma era!
Y como estas cocinas, tan de moda actualmente, me han recordado esa época... aquí os las dejo para que hagáis lo propio o se lo hagáis recordar a vuestras madres.
La nevera de dos puertas también ha traído a mi memoria la imagen de un señor, con un hule al hombro, que nos traía el hielo cada mañana o cada dos días -eso no lo recuerdo-, porque, entonces, las neveras eran de hielo y eso la gente que podía permitirse el lujo de tenerlas. Los más, ni tenían. Años duros aquellos de la España de los 60 en que las neveras iban con hielo y las lavadoras con manivela para escurrir la ropa...
¡Ah! Ya veis que el color rojo es imprescindible para darle a la cocina un aire 'retro'. Desde luego mejor que el azul pastel sí es pero tanto rojo...
2 comentarios:
La azul tiene delito, pero las otras no están mal. Si tuviese que elegir me quedaría con la roja y negra en honor a Stendhal y en la puerta pondríael letrero: "La cocina del infierno". Guisando yo... ¡Qué menos!! Juas, juas, juas.
Las cocinitas de juguete, la mia era de plástico salmón... ¿Quién de nosotras no ha tenido una?... Pero paso de tenerla ahora. La azul no es retro, es cutre.
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