RINCON DE LECTURA

Siempre me ha gustado leer. Escribir y leer, ya que ambas cosas creo van unidas y siempre he tenido 'mi rinconcito' de lectura. Cuando era jovencita y vivía con mis padres, mi rincón era directamente la cama de mi habitación donde me tiraba horas leyendo -las que estaba en casa-, cuando me emancipé ya destiné uno más cómodo y apropiado.

 

En mi primera casa, fue un cómodo sillón de mimbre al lado del ventanal que daba a la terraza. ¡Ese era mi rincón!

Cuando me casé compartí el 'family room' con mi marido y la televisión. Pese a ser una casa muy grande, nunca tuve un sitio específico. No entiendo el por qué.

Ya libre de televisiones y 'varios' me apropié del sillón rinconero donde podía leer hasta hartarme y sin música de fondo, salvo la que yo ponía en el CD y acompañaba algún ladrido de vez en cuando.

 

Ahora, tampoco entiendo por qué he perdido la costumbre -o pasión- por la lectura, creo que el ordenador ha tenido mucho que ver y ha cambiado de forma drástica el destino de mis horas de ocio; porque televisión veo mucha menos que hace años.
 

Yo que devoraba un par de libros a la semana, que no me podía dormir sin leer antes una media hora en la cama; desde hace casi un año, no logro acabar ninguno de los últimos comprados y encima son libros buenos, interesantes, pero...

 

A lo mejor si tuviese un rincón como los de las fotos, principalmente el rincón-caja forrado de madera y el árbol en la pared de la izquierda, me semi tumbaría allí dentro, cogería un libro y, seis o diez páginas adelante, me quedaría dormida.
A estas alturas, ¡ya no necesito engañar a nadie y menos a mi misma!


Y como este post gira alrededor de la lectura, os recomiendo "Nunca volveremos a ser las mismas... y ni falta que nos hace" de Brenda H. Lewis.
Este es el último libro entero que leí el verano pasado y relata, con grandes dosis de humor, las aventuras y problemas existenciales de una divorciada a punto de cumplir los 50, con una hija china adolescente cargada de manías, que sigue odiando a su ex, que en su trabajo es una crack (abogada de divorcios), que tiene como mejor amiga a una 'estilosísima superficial', una madre que parece estar ida pero que le suelta verdades como puños y una tía que no hace más que meterse con ella. Es realmente divertido. Lo leí en un fin de semana o menos.
¡Os lo recomiendo!