Empecemos por el principio: ¿Qué es la comida basura?
Se denomina comida basura a todo alimento capaz de aportar gran cantidad de calorías pero pocos nutrientes y que sabe tan bien que a todos nos encantaría consumir a todas horas del día. Todos y todas sabemos que las hamburguesas, los perritos, la pizza con extra de queso, la bollería industrial, las golosinas o las patatas fritas forman parte de esta categoría pero… ¿tan mala es la comida basura?...
Por desgracia, no es solo mala, es muy mala y no necesariamente a largo plazo.
Una investigación del Canadian Journal of Cardiology determinó que en sólo 12 horas, las arterias de los individuos que habían consumido este tipo de productos (el estudio se hizo con una muestra de 40 hombres "sanos" con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años) se dilataban un 24% menos. Imaginaros lo que sucede a largo plazo.
Ante esto no hay que perder la cabeza y lo mejor es hacer caso a la sabiduría popular y recordar dos refranes "una vez al año no hace daño" y "lo poco gusta y lo mucho cansa"; así que date un capricho de vez en cuando pero no lo conviertas en habitual. Porque si ingerimos este tipo de alimentos entre tres y cuatro veces por semana, nuestro peso puede aumentar de un 10 a un 15% en sólo 15 días y no digamos como se ponen nuestras arterias y nuestro colesterol. Unas pequeñitas y el otro por las nubes.
Y ya metida en el tema del colesteriol LDL, el malo, para evitarlo o contrarestarlo debemos consumir esteroles y estanoles vegetales que son extractos naturales que se encuentran de forma natural en pequeñas cantidades en muchos alimentos.
Cuando estas sustancias son ingeridas en el contexto de una dieta normal, los esteroles y estanoles interfieren en la absorción del colesterol en el intestino humano, causando un descenso en las concentraciones de colesterol en sangre.
Los esteroles vegetales los encontramos en un buen número de alimentos que forman parte de la dieta mediterránea: en los aceites de oliva, maíz, girasol y soja, a los frutos secos como almendras y nueces o en las legumbres como las alubias, pasando por verduras y frutas como la lechuga, el tomate, el maíz, la manzana o el plátano.
Ya sabéis menos pizza, hamburguesas y bollería y más nueces, alubias y plátanos. Las hamburguesas siempre caseras y de carne bien pulidita, nada de consumirlas en grandes cadena de comida basura.
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