Algunos dicen que el próximo verano verá caluroso, espero que se equivoquen porque el calor excesivo y la humedad de esta ciudad son insufribles. La solució: vestidos largos y amplios combinados con sandalias. Si queréis ir a la moda y sufrir un poco: romanas.
Este tipo de sandalias es muy favorecedor y resulta muy fácil de combinar con cualquier tipo de vestido. Su gran ventaja es que hay cientos de diseños y siempre encontraremos el que mejor se acomode a nuestros gustos. Si no temes arriesgar y, como he dicho antes sufrir un poquito, elige unas altas.
A la izquierda sandalias de tipo griego de "New-à-porter", 350€.
Los vestidos largos son una de las prendas más versátiles y fáciles de llevar. Son vestidos que por lo general sientan bien a todo tipo de mujer y no son demasiado largos, al menos no lo suficiente como para sean incómodos y le los vayas pisando cada dos por tres, puede que consigamos olvidarnos de que llevamos algo puesto. Si son de algodón o hilo, mejor que mejor.
Otra de sus ventajas es que nos los podemos poner desde primera hora del día para ir al trabajo y luego seguir con ellos para ir de compras o salir a tomar algo. Son un perfecto fondo de armario para luchar contra esos terribles, temidos y calurosos meses de verano.
De izquierda a derecha: Band of Oustsiders - 470€; Oysho - 30€; Michael Kors, 225€; Moschino, 685€ y Zara, 50€.
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