
Cincuenta años después, los cánones de belleza masculina pasaron por la licuadora estética mientras el hombre rivalizaba con la mujer, gracias a la publicidad y la moda, como objeto de deseo a la vista de todos.
Los años 2000 supusieron la aparición del "nuevo hombre”, que bajo el calificativo de metrosexual, invadió la escena con hombres depilados de la cabeza a los pies. A la fiesta se sumaron toda clase de varones, incluyendo hasta a los más aguerridos deportistas, que aparecieron rasurados de los pies a la cabeza. La máxima lanzada de que “el pelo en el cuerpo no es bello” corrió como la pólvora por gabinetes de estilistas, centros deportivos, gimnasios y salas de esteticiens.
Pero de un tiempo a esta parte se ha redescubierto el atractivo de los cuerpos peludos, reivindicando la estética bear u osuna. Frente a la belleza escultórica y rasurada que imponía el mercado publicitario, el vello corporal y los michelines se han convertido en atractivos masculinos.

De momento, la barba, que hasta hace unos años había sido el signo identitario de la izquierda progresista ha conseguido seducir y cubrir el rostro de la derecha más popular y conservadora como marca identificativa, más allá de la corbata y el traje de buen corte.
Sin volver a aquello de "el hombre y el oso cuando más peludo más hermoso", las mujeres empezamos a valorar al hombre de pelo en pecho pero sin pasarse. Los yougurines totalmente depilados están pasando de moda o eso dicen...
¿Es cierto o no?... ¿Qué opináis vosotras?... Personalmente, dejando lo 'peludo' aparte, lo que no soporto son los musculitos carne de gimnasio. Cachas si, musculitos no y si tienen un poco de vello, mejor que mejor; para depilarme ya estoy yo.
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