Me acabo de quedar de un aire. Toda mi vida creyendo que el algodón es lo mejor para combatir los calores rigurosos del verano y resulta que es lo peor para nuestro cabello y nuestra piel; al menos para acompañarnos durante nuestro descando nocturno.
Al parecer esas almohadas y cuadrantes en las que reposamos nuestras cabezas a la hora de dormir, son en realidad una tortura para la piel. No ellas en si mismas si no la funda con las que las cubrimos.
Ahora nos dicen que el algodón, aunque sea egipcio, es un tejido demasiado agresivo para nuestra piel, además es excesivamente absorbente, por lo tanto "chupa" las cremas de noche que nos podamos poner y, por si faltaba algo, nos quiebra el cabello. ¡Por favor, que miedo me va a dar esta noche cuando, de nuevo, me tope con ella cara a cara!...
La solución; ¡fundas de seda! El material es más suave y agradecido para con nuestra piel, no es absorbente, ayuda a regular la temperatura y, encima, cuida nuestro pelo evitando la rotura de sus fibras mientras dormimos.
Verdad, mentira... no lo sé; pero al parecer tenemos exceso de capullos de seda a los que hay dar salida; ya me entendéis.
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