Se ve que me ha dado por las almohadas y los cojines y es que no hay para menos con los diseños que se les ocurren a algunos. Si no observad los elementos que podemos poner en casa para que ninguno de nuestros visitantes deje de preguntar "¿De dónde has sacado esto?..."
La almohada zanahoria de "JumboJibbles" dicen que es uno de los mejores instrumentos para luchar contra la soledad que existen en la actualidad.
A ella te puedes abrazar en la cama o en sofá, y si quieres hasta contarle tu vida. Esta almohada de dos metros de altura es un objeto muy digno, con el que se puede hablar perfectamente porque -con imaginación- ocupa el lugar que normalmente ocuparía un interlocutor humano; pero que no ensucia, tiene un tono de piel envidiable, una suavidad extrema y, encima, no te lleva la contraria o se hace el dormido. Mejor dialogar con una zanahoria que hablar con la baldosas de la cocina que además debes hacer de pie. ¿O no?...
Por otro lado, tenemos unos preciosos cojines "alimenticios" con los que podremos dar un toque cudinario a nuestro salón, habitación o rincón de lectura.
El abanico de posibilidades es muy amplio y tenemos tostadas con mantequilla, con mermelada o solas; huevos fritos, galletas de la fortuna, sabrosos 'bikinis', hamburguesas super grasientes, con manchas de katchup o mostaza... y así hasta un larguíismo etcétera; vamos un sinfín de "frikadas" para dejar obnuvilados a nuestros amigos.
Si la zanahoría "conversadora" no os convence, no me digáis que estos cojines no son "ideales"... ¡Venga no me seáis clasiconas!
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