Eso es lo que pretende este nuevo sillón, cama, "tienda" o espacio donde aislarnos del mundanal ruindo o recogernos a descansar.
Es un espacio privado, algo parecido a meternos dentro de una ostra o rememorar, si pudiésemos, los que sentimos en el utero materno o como esconderse en la cama de mamá cuando hay tormenta.
El Hush, dicen, nos propicia esa paz interna, que nos equilibra y calma y nos facilita el descanso que tantas veces necesitamos.
Su creadora, la diseñadora industrial Freyja Sewell, buscaba resolver la falta de intimidad que a veces se sufre en los ambientes laborales donde hay mucho estrés, mucho ruido y no tienes escape para tomarte esos 5 minutos de silencio para regresar con las pilas recargadas. Así que investigando formas y materiales comenzó perfilar el Hush, esta coraza que te aísla del bullicio.
El Hush está realizado en fieltro que se relaciona con la infancia y aporta calidez. Este sillón o habitáculo, es una estructura corpórea pero que a la vez da esa sensación de abrazo, de calor, de espacio interno y nos promete darnos la calma, la quietud y la privacidad dentro de un área pequeña. Porque, dicen, que a veces los ambientes son tan amplios que ahogan.
La diseñadora nos asegura que meterse dentro, es como poner el mundo en “pause”, como taparse los oídos con las manos como cuando éramos peques para no escuchar eso que sabíamos que no nos iba a gustar, como autoenviarse al rincón de pensar.
Este elemento está pensado para el aislamiento en centros de trabajo donde te permitan "volver diez minutos al utero a pensar" -pocos habrán- pero si tan conformatable es y tanto sosiego nos puede desaparar, habrá que ir pensando en hacerle un rincón en casa, aunque feucho si es.
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