Cuando llega esta época del año, las mujeres con curvas rotundas tienen grandes problemas para dar con el traje de baño "perfecto". Los modelos atractivos y sexys llegan justo hasta la talla 44, a veces se quedan en la 42, y los de talla 50 parecen haber sido diseñados para abuelas setentonas de los años 60.
Todas sabemos que la temporada de playa intimida a cualquier mujer, sin importar la talla, y ya se encargan las múltiples campañas de cremas y adelgazantes de recordarnos que nos debemos preparar para el verano y, así, poder lucir un cuerpo 10. Si a esas campañas acomplejantes, le sumamos las mujeres que son XL, por edad o estructura, todavía consiguen asustarlas más.
Desde niñas nos hacen creer que debemos tener un cuerpo determinado para llevar traje de baño y vernos bien, pero ya sabemos lo que pasa con los años... Lo que fue un día casi perfecto, dejó de serlo o nunca lo fue y no por eso se pierde el atractivo ni el derecho a elegir.
La industria de la moda y sobre todo la dedicada al baño no ha entendido ni eso ni que una mujer con curvas, o algo de sobrepeso, puede ser tan atrativa como una delgada y, sobre todo, que tiene el derecho a poder escoger entre algo más que cuatro modelos de bañadores para "viejas". Los bikinos, por supuesto, descartados.
La empresa estadounidense "Swimsuits For All" («trajes de baño para todas»), anualmente lanza una campaña para concienciar al resto de fabricantes de moda baño y diseña unos modelos dedicados a la mujer más rotunda. Entre sus modelos hay bañadores, bikinis y trikinis.
Según esta empresa, que factura millones de dólares anualmente, las claves para encontrar el bañador perfecto son:
"En primer lugar, aceptarte tal y como eres y comprar la talla que de verdad necesitas. En segundo lugar, armarte de valor y grandes dosis de humor, porque vivirás experiencias surrealistas. En tercer lugar, entender que tendrás que pagar más por tu traje de baño; pero estarás invirtiendo en lycras reforzadas, un patronaje adaptado… Y, por último, tener claro que debe gustarte a ti; lo que piensen los demás no importa".
Lo de estar "invirtiendo en lycras y patrones especiales" tiene su guasa, pero ya dicen que lo primordial es tomarse las cosas con humor, por lo tanto ¡menos complejos y más risas! Que nadie es perfecto y el envoltorio no lo es todo.
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