NI ROMBOS, NI COW-GIRLS

En la moda ya sabemos que queda poco por inventar o casi nada, por eso Lagarfeld vuelve a la carga y ahora "inventa" la cow-girl para Chanel. Con sus novedosos diseños pretende lanzar a una mujer cowboy, con pantalones bien apretados y aires muy norteamericanos que lo impregnan todo. 
La colección que combina cuero, largos flecos, tejidos animales y mucho brillo, deja a un lado cualquier respiro a la discreción. Cortes favorecedores y muy femeninos dibujan una silueta en la que priman las curvas. Eso, por supuesto, para las que quieran ir disfrazadas por la vida.

Karl, o Chanel, ha presentado en el 'Fair Park' de Dallas (Texas- USA), esta nueva selección de prendas que puede que en Texas triunfen pero en Europa, como vulgarmente se dice "no se va a comer un torrao".

La colección París-Dallas de Karl Lagarfeld saca a la luz los aires más tejanos y el más puro estilo viejo oeste, con el total look vaquero combinado con una inspiración entre disfraz carnavalero y spaghetti western de clase B.

Personalmente creo que su único objetivo es copar portadas de revistas de moda; diseño e innovación... ninguno y ninguna.

Otros que también se han pasado, aunque solo en algunos modelos, son los diseñadores de Valentino. Ellos siguen siendo completamente ajenos a las modas y tendencias que cada temporada marcan las pasarelas; cosa que no está mal, pero... Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli han vuelto a demostrar que van a la suya y que su onírico universo es tan raro y gigantesco que se pueden recrear en él varias temporadas.  

Su nueva colección otoño-invierno 2014-2015 sigue la línea que ya marcaron la temporada pasada con sus diseños siempre sobrios y clásicos enfrentados a otros repletos de estampados con juegos ópticos, figuras geométricas, larguísimos flecos a modo de sobrefalda y con una combinación de colores, en algunos casos, bastante imposibles.  

Valentino sabe conjugar perfectamente las dos vertientes, aunque una peca de hasta demasiado clásica y la otra, para mi, de un pelín estrambótica. Puesta a elegir entre ambas, me quedo con la primera. 

Siempre he sido -soy- una enamorada de las capas y si me ponéis delante una de cuero creo que me volvería loca; pero esta sembrada de topos naranjas y rayas con fondo verde no me la pondría ni "jarta de vino". El abrigo de rombos, aunque es más pasable, tampoco. ¿Quién será capaz de ponerse esas prendas?... Supongo que algunas las llevarán por aquello de la "marquitis" porque feas lo son un rato y, encima, largo.