En las cocinas de nuestras madres siempre vimos aquellos grandes fregaderos donde podías hasta bañar a tu oso de peluche, eso sí ante los gritos de tu madre por dejar la cocina 'perdida', pero un buen día desaparecieron y dieron lugar a dos modernas cubetas donde la olla del cocido no se podía ni meter y tu oso tampoco.
A nuestras cocinas les pasó lo mismo. Acero o porcelana, pero la colla grande seguía sin caber y fregarla era toda una odisea.
¡Eso se acabó! Ahora han vuelto los amplios fregaderos y los multiusos. De un tiempo a estar parte, son mucho más que espacios donde se friegan los cacharros. Son más útiles y más versátiles. Por ejemplo, el modelo denominado Kiora Z, de "Duravit", fabricado en acero o cerámica, con o sin zona para escurrir.
La idea de su diseño es muy sencillo, pero al tiempo, es muy efectivo. El seno del fregadero está colocado en el centro, flanqueado por dos superficies para escurrir (foto superior y a la derecha). Estas dos zonas laterales se inclinan ligeramente hacia el seno del fregadero de modo que el agua fluye fácilmente hacia el centro del mismo.
Como accesorio para el fregadero se ofrece una tabla de corte resistente al lavavajillas y libre de deformaciones. Emplazada en el lado izquierdo, se pueden preparar alimentos frescos en la tabla de corte, lavarlos en el seno central y depositarlos después en la superficie para escurrir de la derecha.
Como accesorio para el fregadero se ofrece una tabla de corte resistente al lavavajillas y libre de deformaciones. Emplazada en el lado izquierdo, se pueden preparar alimentos frescos en la tabla de corte, lavarlos en el seno central y depositarlos después en la superficie para escurrir de la derecha.
La misma firma tiene otro fregadero multiusos muy bien estudiado. Es el modelo Acquario 610 (foto izquierda), de gran capacidad interior. Fabricado en acero inoxidable 18/10, incluye una amplia gama de accesorios que le dan una gran utilidad a la pieza: escurridor, placa de corte, cuba y cesta.
La tabla de corte se desliza por encima del resto de elementos que a su vez pueden recogerse en un espacio menor a la mitad de la cubeta, facilitando un uso cómodo con múltiples posibilidades. De este modo, una misma pieza atiende a diferente tareas. ¿Puede haber un modo mejor de rentabilizar el espacio?... ¡Pues nada, volvamos a los grandes fregaderos que tenían nuestras madres pero con más utilidades!
La tabla de corte se desliza por encima del resto de elementos que a su vez pueden recogerse en un espacio menor a la mitad de la cubeta, facilitando un uso cómodo con múltiples posibilidades. De este modo, una misma pieza atiende a diferente tareas. ¿Puede haber un modo mejor de rentabilizar el espacio?... ¡Pues nada, volvamos a los grandes fregaderos que tenían nuestras madres pero con más utilidades!