El otro día puse algunos ejemplos de como integrar a nuestro ordenador en el salón y no tener que aislarnos en otra habitación de la casa o tener media mesa del comedor hecha unos zorros, como es mi caso.
Hoy os traigo estos otros ejemplos, algunos precisan de muy poco espacio, donde poder trabajar o 'navegar' a nuestras anchas. Estos espacios de clarísimo cometido están ubicados en rincones del salón, de este modo podemos seguir compartiendo la vida familiar y también aislarnos, mentalmente, en los momentos que creamos necesarios.
Gracias a los ordenadores de sobremesa o portátiles, cada vez más ligeros y estéticos, cualquier pequeño espacio o esquina en la que podamos colocar una sencilla mesa, una silla -preferiblemente- de diseño, o que tenga cierta 'gracia', y dos elementos decorativos conseguiremos un rincón bonito, acogedor y cómodo donde desarrollar nuestras necesidades socio-cibernéticas.
1 comentario:
Ya me gustaría concentrar a los navegantes en un rinconcito, pero debería ser un rinconazo. La única que en casa está sin ordenador soy yo, mi salón parece un ciber-café y encima tengo que robarlos (como ahora). ¡Que vida esta!
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