Parece que ahora sí va en serio, llueve, bajan las temperaturas y pronto podremos calzarnos nuestras cómodas -o, si somos masoquistas, incómodas botas-. La nueva colección de Stuart Weitzman forma parte de la primera opción, ya que hasta las de alto tazón resultan muy cómodas.
Las botas que luce Kate Moss rinden miradas y voluntades porque son altas, de fina y adaptable piel brillante, y poseen la cualidad de comodidad y belleza a partes iguales.
También los son las beige de ante con tacón elevado, pero las de piel negra y tacón medio o bajo, las clásicas 5050 -que este año cumplen 20 años- cuya caña sobrepasa la rodilla, se convierten en las botas estrella del otoño.
No hace falta que nos subamos a plataformas imposibles y a tacones de vértigo con puntas extra-largas para ir a la moda; no hace falta correr el riego de sufrir un esguince por subirnos a un andamio... Stuart Weitzman nos demuestra, una vez más, que elegancia y sensualidad en el calzado no están en absoluto reñidas con la comodidad y nos presenta unas botas hechas para caminar como un día ya muy lejano nos cantaba Nancy Sinatra: "... estas botas están hechas para caminar, y eso es justamente lo que ellas harán, uno de estos días estas botas van a caminar sobre ti...".
Bueno, vamos a ser buenas y a cambiar el 'sobre ti' por 'junto a ti" y... ¡venga a caminar!
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