

Sus diseños sencillos, cómodos, alegres y floreados son la base que nos propone para esta temporada.
Las propuestas de la firma italiana Pinco Pallino, de nombre intrascendente ya que significa algo parecido a Perico de los Palotes, resultan sugerentes, atractivas, con un toque vintage y llenas de cuentos y de magia; en su colección de otoño, las niñas son a veces Alicia, otras campanilla y hasta Mery Popins. Podríamos decir que los diseños de esta firma son para vestir a nuestras hijas de 'niñas buenas'.


Abrigos, blusas y vestidos oversize en contraposición con pantalones estrechos y tobilleros; grises, beige y terracota frente a rojos y deslumbrantes verdes, prints discretos -muy del gusto parisino de Chloé- con detalles a medio camino entre lo sensual y lo infantil. El invierno se presenta muy activo, como son los niños, en las propuestas completamente sport y desenfadadas, de Chloé.
Adolfo Domínguez, en el 2004, también se apuntó a esta tendencia de la moda infantil y lanzó su primera colección. Desde entonces niños y padres han sucumbido al embrujo de sus diseños siempre sobrios, más clásicos y elegantes –el sello de la casa–, perfectamente adaptados al inquieto estilo de vida de los más pequeños.
El vestido de la niña no se ve bien pero la foto es muy bonita.
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