Tanto el Bambú, como el Rattán y la Médula trenzada a mano son fibras naturales originarias de las islas indonesias de Java, Sumatra y Borneo. Unos materiales que ofrecen un aspecto jovial, ligero, cálido y delicado, y suponen un legado de la naturaleza que el hombre ha utilizado, en esos países asiáticos y desde el principio de los tiempos, para la elaboración de muebles que resultan tan bonitos como duraderos.
Debo reconocerlo, siempre me han gustado el bambú, el mimbre y el ratán. Será porque, conseguida mi independencia, mi primera casa fue decorada en base a esos elementos, por ser los que estaban de moda y, sobre todo, porque eran los más baratos.
Con los años fueron desaparecido de mi casa pero recuerdo con cariño aquellos dos sillones con grandes respaldos de mimbre, que regalé a una amiga; el sillón "Emmanuele", regalo de mi hermano, y que, diez años después, se cargó mi primer gato y tuvo que acabar en la basura; y una estantería de grueso bambú natural que ahora no recuerdo qué fue de ella.
Cuando me casé, mi estilo cambió y empecé a regalar piezas que no 'pegaban' con la casa clásica y 'seria' que estábamos montando. Una pena, claro que ninguno poseía la clase de los que ilustran este post, eran más mucho más sencillos y 'baratejos', cosas de la edad y el bolsillo.
En la actualidad, el 80% de los muebles de mi casa son de teca y no quedan más que, como recuerdo, un pequeño mueble auxiliar de bambú lacado en negro y un arcón -que no he tirado por ser muy pesado- que están bajo una de las ventanas del dormitorio.
3 comentarios:
Mi dormitorio es de bambú, es parecido al de abajo pero mucho más bonito. Hace 12 años que lo tengo y está como el primer día.
No tengo nada de bambú, pero siempre me ha gustado. Lo malo es que es difícil de combinar con otro estilo de muebles. El bambú es muy suyo y, para mi, muy de campo y playa.
El bambú es para porches y exteriores. Es bonito y resistente, dentro de casa puede llegar a cansar muy pronto. Os lo digo porque tuve dos silloncitos de bambú y a los dos años, o antes, se los di a una amiga y compré dos butaquitas más clásicas.
Menos mal que me costaron baratos.
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