
“Tomando una copa de vino al día te verás mejor, tu piel resplandece y vivirás cinco años más que un abstemio”, mantenían los defensores de este descubrimiento.
Pero, tan solo hace un mes, el mismísimo Sinclair, descubridor del resveratrol, 'matizó' lo asegurado durante años. Mantiene que el resveratrol es mano de santo con las arrugas ya que estimula un gen antienvejecimiento pero, para lograrlo solo con vino harían falta tomarse 100 vasos al día (equivalentes al contenido de una píldora de 250 mg de resveratrol). ¡Vamos que tendríamos que ir de San fermin todos los días! Puede que no tuviésemos arrugas, ni arrugas... ¡ni hígado!

Por lo tanto tomemos una copa al día porque nos apetece, porque nos sienta bien, porque forma parte de la dieta mediterránea, no porque lo digan estudios que acaban vendiéndonos pastillas.
Esto mismo podría decirse de los cientos de cremas antiaedad, con 'elementos rimbombantes' que acaban haciendo todas lo mismo: nutrir la piel a 50 o a 300 euros el envase.
No nos dejemos tomar el pelo con vinos milagrosos o dietas y cremas igual de milagrosas. Cuidarse, si; atontolinarse, no.
No nos dejemos tomar el pelo con vinos milagrosos o dietas y cremas igual de milagrosas. Cuidarse, si; atontolinarse, no.