Hoy he decido echar bastante la vista atrás y dedicar un pequeño recuerdo a nuestras abuelas o bisabuelas, a aquellas maestras republicanas.
Mujeres entregadas al bien común y que el régimen franquista intentó y consiguió desterrarlas para siempre. La historia posterior, escrita por los vencedores, las olvidó y la lucha antifranquista no supo rendirles el homenaje que se merecían.
Ellas, las maestras republicanas, eran mujeres modernas, cultas e independientes que se implicaron en la renovación pedagógica y en la consecución de los derechos de las mujeres y en actividades sindicales, sociales y políticas que eran fundamentales para el impulso cultural, social y político que necesitaba el país. Ellas eran las olvidadas maestras de la República.
Ellas, las maestras republicanas, eran mujeres modernas, cultas e independientes que se implicaron en la renovación pedagógica y en la consecución de los derechos de las mujeres y en actividades sindicales, sociales y políticas que eran fundamentales para el impulso cultural, social y político que necesitaba el país. Ellas eran las olvidadas maestras de la República.
Como hemos podido leer, la República apoyó mucho a las mujeres y a la educación así que de una manera natural tenían que surgir estas maestras. Mujeres que rompieron el modelo de mujer tradicional y que tuvieron que ganarse el respeto de la sociedad como personas valiosas intelectualmente y como mujeres fueron capaces de llevar la escuela adelante, dedicando sus vidas a enseñar a través de sus pizarras la libertad, la democracia, la justicia y la igualdad.
El camino que recorrieron esas luchadoras, durante la República, no fue fácil ya que se encontraron con tremendas dificultades cuando llegaban, por ejemplo, a una escuela rural donde, primero, debían ganarse la confianza y respecto de los alumnos y, segundo -o viceversa- la aceptación y permiso de los padres; ya que en aquella época, la sociedad estaba marcada por un duro patriarcado y la creencia general de que la mujer solo tenía un cometido: quedarse en casa para cuidar de los suyos.
El 18 de julio de 1936 el sueño de la igualdad y de la educación universal saltó por las nubes. Durante los primeros años de la dictadura franquista, la represión de la maestra fue doble: por ser maestra y ser mujer.
Se las acusaba de ir contra la moral y de ser republicanas. Tenían que ser mujeres tradicionales que iban a misa, y no ser así era motivo suficiente para acabar fusilada, encarcelada o, como mínimo, exiliada.
Se las acusaba de ir contra la moral y de ser republicanas. Tenían que ser mujeres tradicionales que iban a misa, y no ser así era motivo suficiente para acabar fusilada, encarcelada o, como mínimo, exiliada.
Mas de 60.000 maestros, hombres y mujeres, fueron "examinados" ideológicamente durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura franquista.
3 comentarios:
Me ha encantado este post. Felicidades.
Y todavía, en nuestros días hay cachorros de franquistas que se ofenden e indignan cuando se recuerda la labor de las maestras-os, no digamos si se pretende hacer un homenaje a éstos héroes que sus antepasados fumigaron.
Lo que comenta Cazurro mete el dedo en la llaga.
No hace mucho leí un libro sobre estas mujeres y la labor que hicieron por al alfabetización del país, lo duro y dificultoso que fue para ellas.
Mal pagaron sus desvelos, nunca se ha reconocido su duro trabajo; todo lo contrario, se las ha insultado. Lógico, como no se ha condenado el golpe de estado, los asesinatos de los golpistas y la dictadura franquista...
Que ahora tengamos que aguantar los desplantes y la violencia de esos cachorros, como llamas, ultraderechistas... ¡es vergonzoso!
Mal vamos si alguien antes no lo remedia, los ilegaliza y los pone a la sombra.
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