-CARÁTULA DEDICADA A LA MUJER AFRICANA. UNA DE LAS MUJERES MÁS OPRIMIDAS, MÁS MALTRATADAS, VEJADAS Y MENOS RESPETADAS Y VALORADAS POR SU SOCIEDAD; PERO, POR DESGRACIA Y VERGÜENZA, HAY MUCHÍSIMAS MAS-

domingo, 15 de septiembre de 2013

SIESTAS REPARADORAS

Como esta noche he pasado la noche del loro o del papagayo y esta tarde no me quedará otra que hacer la siesta, he pensado que podría ser un buen tema para hoy. Porque, aunque los alemanes crean que hacemos la siesta todos los días, no es cierto y ese sueño reparador queda limitado a fines de semana, y eso, si tus obligaciones familiares te lo permiten.

Sobre este tema se ha dicho mucho y de todo tipo. ¿Quién dijo que las mejores siestas se hacían en el sofá y tenían que durar 15 minutos?, ¿quién dijo que en cuanto se te cae el cuello para un lado y abres un ojo es que la siesta está finalizada?, ¿quién no ha pensado nunca 'hoy necesito una siesta de pijama y orinal', como decía Camilo José Cela?

Siestas hay para todos los gustos pero su duración determinará nuestro resto del día. Así nos dicen, los expertos, que 'echar una cabezadita' o dos después de comer nos beneficiará de la siguiente forma:
 
De 10 a 20 minutos, que es la recomendada, nos dará un nuevo impulso para hacer frente con fuerza a las tareas de la tarde. Para la Agencia Espacial Norteamericana (NASA) sólo 20 minutos de siesta es suficiente para obtener todos sus beneficios: reducir los riesgos cardiovasculares, eliminar el estrés y ponernos de mejor humor.
Más de 30 minutos, pese a ser 'solo 10 minutos mas', esta prolongación nos puede producir una sensación de resaca que puede durarnos hasta media hora más tarde. Tras eso la energía se disparará.
Una hora, ya es toda una señora siesta y dicen que tras ella podemos recordar con mayor facilidad nombres, caras y hechos, pero  tardaremos casi otra hora de semi somnolencia para recuperar la plena actividad.
Más de una hora y media, significa pasar por todo un ciclo de sueño, incluyendo la fase REM. Esta larga siesta aseguran que ayuda a la memoria emocional y dispara la creatividad. Nos despertaremos de golpe y no necesitaremos 'desatontarnos' durante un espacio de tiempo, inmediatamente nuestra capacidad estará al 100x100.

Si haces una siesta de casi tres horas, como hice yo ayer, el resultado es que te despiertas muy descansada y con muy buena cara, te vas a dormir un poco más tarde, pero a las 5 de la mañana, en plena noche, te estás haciendo el primer "Dolce Gusto". Sin pensarlo, ¡ya la has liado y el lío seguirá!
Lógicamente, por la tarde necesitas nuevamente una siesta, caes exactamente en lo mismo y mañana, lunes, vas zoombie durante todo el día; porque como es normal te vuelves a levantar de 5 a 6 de la madrugada pero el lunes ya no te permite hacer siesta. En resumen, que hasta el martes no recuperas la normalidad y cuatro días más tarde, ya sabiendo lo que sucede, la vuelves a liar.
 
Por eso, los expertos, recomiendan con total claridad que la siesta debe ser en posición sentada vertical, en un sofá o sillón, pero nunca con la cabeza recostada a la misma altura que el cuerpo, es decir tumbada; de esa no te despiertas hasta pasadas dos horas y repercute en tu sueño nocturno; vamos que lo que hago yo es justo lo que no se debe hacer. Por lo tanto, tomad nota, siestas de week-end pero en el sillón y de 20 minutos; estirada en el sofá, tele dando la murga y tres horas roncando... ¡ni hablar!

1 comentario:

SiempreViva dijo...

Eso es lo que voy a hacer esta tarde. Todos se van al cine y yo voy a dormir de 4 a 7. Si esta noche no duermo, me da lo mismo.
Saludos